De la vida XXI

«Pues no es el vencedor más estimado de aquello en que el vencido es reputado», dice Ercilla. ¿Vence realmente quien derrota al que considera un adversario menor? ¿Qué mérito tiene el presumir de buen amante quien muestra sus dotes a quien no sabe cómo se ama? No busques, pues, a vírgenes si deseas demostrar tus habilidades amatorias, pues no habrá quien te diga que no las tienes, y no porque sepa que no careces de ellas, sino porque quien te alabe desconoce cómo son. Busca a quienes ilumine la candidez si la candidez te ilumina. Que al inocente el inocente ame, pues entre torpezas, deseos y descubrimientos se da forma a la experiencia. Enfréntate en el amor a quien haya amado, a quien sepa lo que es el amor y no desconozca lo que es amar. Si en tu industria logras que te encumbre, has vencido en tu propósito de ganar con nobleza su voluntad; si no lo has conseguido, no has perdido. Difícil es el intento cuando la experiencia concede razonables exigencias en el ánimo. Vence quien convence a quien se convence porque sabe.