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Decálogo sobre por qué leer el ‘Lazarillo de Tormes’

01. Porque es una obra muy entretenida.

02. Porque se lee con facilidad gracias a su prosa ágil y clara.

03. Porque es un prodigio de la lengua española, pues aúna la expresión culta formal de la época junto con el uso popular del idioma.

04. Porque es un delicioso truco de magia cuando juega con el lector a convertir en realidad lo que debe situarse en la ficción, y viceversa.

05. Porque se considera que es, con permiso del Quijote, la primera novela moderna de la Literatura universal gracias a sus revolucionarias innovaciones: pseudoautobiografía de un personaje antiheroico en la que se dejan al descubierto, con aparente candidez y perceptible ironía, situaciones que permiten intuir en su desconocido autor cierta voluntad de crítica hacia la iglesia, cuando se proclama benefactora de los pobres; y, al mismo tiempo, hacia la nobleza, cuando se supedita a los dictámenes del honor y la honra. Y todo ello dentro de un marco narrativo envuelto en un tipo de realismo espacial, temporal y social que es cercano al lector.

06. Porque nos conduce a encarecer la dignidad de los parias y a dudar de la valía de las castas.

07. Porque sirve para tomar conciencia de cómo, por desgracia, hay cuestiones ideológicas y morales del siglo XVI que siguen vigentes todavía en nuestro país.

08. Porque nos enseña que, ante las leyes de la vida, se debe anteponer el pragmatismo: nada sustituye a la necesidad de paliar el hambre, el dolor, el frío, el cansancio… Nada, absolutamente nada.

09. Porque nos muestra el lado amable del espíritu de superación: el que lucha por alcanzar la mejor vida posible sin necesidad de pisar las flores ajenas.

10. Porque encierra dos mensajes fundamentales para sobrevivir: por un lado, la conveniencia de arrimarnos a los buenos para ser uno de ellos; y, por el otro, no huir de nadie sin habernos visto antes a nosotros mismos.

Lazarillo... exprés