Lee esto de noche, frente al mar, sin más luz que aquella que te permita descifrar estos caracteres. Por favor, mira al mar y fíjate cómo la negritud une el cielo con el agua. Ese es el vacío, esa es la nada. Ahí, en esa retórica tierra de nadie, como constelaciones de sueños y esperanzas, muchos como tú y como yo están ahora mismo dando brazadas. Ahora no los ves; mañana, frente a ti, quizás tampoco los veas. La negritud es demasiado intensa…