Un mal permanente, ¿es realmente un mal? Si lo comparamos con el paisaje idílico de una teoría impracticable, sí; pero, ¿y si no tiene en realidad comparación? ¿Acaso ha habido alguna edad dorada en la educación que sirva de referencia para decir: «oh, lo que hemos perdido, recuperémoslo cuanto antes»?
Hoy alabamos lo de ayer sin percatarnos de que mañana ensalzaremos lo de hoy. Si hoy es lo que tenemos, ¿qué tal si pensamos en lo que ahora nos toca recordando lo que hubo para poder atisbar lo que quizás pueda haber?
«Hoy es siempre todavía», decía Machado.